jueves, 1 de julio de 2010

El Villarreal se salva de una batalla en la guerra del fútbol.


Volvió el lío al fútbol, volvió la denominada 'guerra del fútbol' entre dos grandes empresas españolas que se llevan disputando los derechos de los clubes españoles de Primera División y de Segunda División A, estas son: Mediapro y Prisa. En estos momentos Mediapro (Poseedora de practicamente todos los derechos del fútbol español, propietaria de GolTV y accionista de La Sexta) está en disputa con Prisa (Propietaria de Digital + y de Sogecable, de la Ser, de El País, del periódico As, etc y además poseedora de algunos derechos dentro del mundo del fútbol español) ya que ambas desean tener el total de los derechos de la LFP, ambas tienen innumerables procesos judiciales debido a una guerra ridícula. Ahora mismo se ha reabierto la guerra por una serie de circunstancias... Todo comenzó cuando el juzgado nº36 de Madrid dictaminó que Mediapro debía entregarle a Prisa los derechos televisivos de los clubes españoles y además alrededor de 100 millones de euros, al día siguiente quedó paralizada la sentencia por lo que volvió la guerra. Ahora mismo Mediapro se encuentra inmersa en un concurso de acreedores ya que no puede pagarle la cifra antes citada a Prisa y esto afecta a todos los clubes españoles a no cobrar lo estipulado por los derechos televisivos de la temporada pasada. También el juzgado nº7 de Barcelona dictaminó que Prisa debería pagarle a Mediapro 90 millones de euros por la cesión de lo derechos del fútbol, y así se efectuó el pago en el día de ayer.

Así que Prisa afirma poseer los derechos televisivos de los clubes españoles y Mediapro también, obviamente alguien miente, pero para saber quien deberemos esperar.

Al final el miedo que suponía a los clubes no cobrar los derechos de televisión, se ha ido incrementando con el pasar de los días, por supuesto también había miedo en el Villarreal hasta anteayer que fue cuando Mediapro pagó al primer club español los derechos, al Villarreal C.F. cerca de 5 millones de euros, una preocupación menos para los groguets.

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